Resulta imprescindible considerar la influencia predominante que ejerce el sistema nervioso en los procesos patológicos para comprender por qué la Acupuntura ha sido efectiva en la cura de enfermedades a lo largo de miles de años. Sobre la base empírica del estímulo producido por la aguja de acupuntura o la aplicación de calor localizado o moxa en puntos específicos del cuerpo humano y las reacciones orgánicas que dichos estímulos generan se asientan la Acupuntura y la Moxibustión, métodos de “tratamiento interior de las enfermedades desde el exterior” (8) que continúan perfeccionándose al ritmo de las nuevas tecnologías que proporcionan mayor potencial eléctrico
Retomando la teoría embriológica y de acuerdo con la teoría de Horstädius: “(…) Un pinchazo sobre uno de los puntos de estas líneas (meridianos) repercutirá pues específicamente sobre el órgano (y, en consecuencia, sobre la función orgánica) con el cual esta línea estaba ligada originariamente”.
La energía circula por el cuerpo a través de los 12 meridianos que corresponden a los 5 órganos Yin, los 5 órganos Yang y a las 2 funciones denominadas Triple Recalentador y Circulación-sexualidad. La correspondencia entre meridianos y órganos internos está dada por los vasos secundarios (ligámenes entre sí), encargados de la conexión entre ambos. Los vasos secundarios son la clave para entender la relación entre la circulación periférica de la energía y el funcionamiento de los órganos y para dar cuenta del mecanismo de acción de la acupuntura. A través de la “puntura” en determinados puntos, se ejerce una influencia sobre la energía; toda modificación del caudal de energía se transmite a los órganos con los cuales están conectados, lo que se conoce como reflejo víscero-cutáneo.
Además del procedimiento de diferenciación de condiciones patológicas que debe realizarse según la teoría de la MTC, el tratamiento acupuntural está basado en los siguientes principios: dispersión para los síntomas por “exceso” y tonificación para los síntomas por “deficiencia”. A fin de que la aplicación de los principios sea la apropiada, resulta necesario conocer a la perfección el trayecto de los meridianos, la distribución de los puntos chinos y las indicaciones para cada parte de este sistema.
En lo que se refiere a la acción propiamente dicha de la Acupuntura cabe mencionar, desde el punto de vista de la neurofisiología y de las relaciones existentes entre el sistema nervioso y la circulación sanguínea, algunas de las funciones más importantes de su mecanismo:
Posee una actividad reflexógena sobre los órganos internos.
Produce un “fortalecimiento” del sistema nervioso central y actúa sobre los trastornos funcionales.
Posee una influencia normalizadora sobre la formación reticular del cerebro y sobre el tono y la reactividad de todo el sistema nervioso vegetativo, lo que guarda directa relación con la normalización de todas las funciones del organismo.
Actúa sobre el funcionamiento hipotalámico-hipofisiario-suprarrenal elevando así las defensas del organismo.
Hasta aquí una breve descripción de los principios básicos de la Acupuntura, procedimiento terapéutico cuya efectividad en la cura de enfermedades está sujeta a la realización previa de un correcto diagnóstico. La MTC utiliza desde la antigüedad una metodología diagnóstica basada en fundamentos teóricos interrelacionados (pilares del método) entre los que se cuentan la Teoría del Yin y el Yang, la Teoría de los 5 Elementos, la Diferenciación de síndromes, la Interrogación (acerca de si el paciente siente frío o calor, si tiene fiebre o escalofríos; sobre el apetito y el gusto; sobre la orina y las heces; sobre el dolor), la Inspección ocular (de la expresión, del color, la Glosodiagnosis, etcétera), la Auscultación y la Palpación (Pulsología y Palpación abdominal, entre otras). (9)
Una vez que determina el meridiano o el órgano afectado, el médico formado en la Medicina Tradicional China, debe establecer los síntomas principales y secundarios, el mecanismo de desarrollo de la enfermedad y el estado (crónico o agudo) del paciente para decidir cuales de los procedimientos técnicos implementará para el tratamiento(acupuntura, moxibustión etc.) A tal decisión arriba tras considerar diversos aspectos teórico-metodológicos que se sustentan en los principios de oposición y complementariedad, en las conexiones internas que regulan el funcionamiento orgánico y el de éste con el medio externo, en una visión cosmogónica integradora, donde cada cosa tiene su lugar y es parte, a su vez, de un todo.
Entre el día y la noche, entre el Yin y el Yang, entre el ser humano y el universo, existen interrelaciones, encuentros que permiten una visión complementaria en el enfoque de la salud.